2 Samuel 17b. Parte 2. Los amigos de David
Léase por favor 2 Samuel 17
“Entonces Ahitofel dijo a Absalón: Yo escogeré ahora doce mil hombres…Este consejo pareció bien a Absalón y a todos los ancianos de Israel.”
“Entonces Husai dijo a Absalón: El consejo que ha dado esta vez Ahitofel no es bueno….Entonces Absalón y todos los de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel…”
¿Qué pasó? ¿Cómo es posible que tan repentinamente toda esta gente cambiara de parecer? La escritura no nos deja con dudas. “Porque Jehová había ordenado que el acertado consejo de Ahitofel se frustrara, para que Jehová hiciese venir el mal sobre Absalón.” ¡Ay de la persona quien está en esta condición! ¿Qué esperanza había por Ahitofel y Absalón cuando Jehová quiso traer mal sobre ellos? Y lo contrario es cierto también; “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:31-32
Así mis hermanos, aguante por favor otra vez el consejo de no preocuparse de ser contagiado con el virus. “Si Dios por nosotros….” ¿Hay cualquier duda? No debe haber. “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.” Romanos 16:20 No se veía todo lo que estaba haciendo Jehová a favor de su rey ungido David en estos momentos y cualquier persona indiferente hubiera pensado que todo iba a favor de Absalón. Pero Dios en su palabra nos ha dado otra vista de la realidad y así es en el mundo hoy en día.
Es bien obvio que el astuto Ahitofel se daba cuenta de lo que iba a pasar. Pero igual como Judas, escapando por el suicidio el juicio seguro en esta vida, no puede proteger sino adelantar el juicio mucho más seguro y también eterno. “E irán éstos al castigo eterno…” Mateo 26:46
Pero en lo que sigue vemos otra vez como Dios usa al individuo para cumplir su voluntad. Los conspiradores con Absalón son mayormente anónimos pero los que ayudaron a David son nombrados cada cual y me parece que nos da una idea como nuestro Dios está notando cada acto en la vida actual que hacemos en el servicio del Señor Jesucristo, tan insignificante que parezca. Veamos quienes eran que pasaron la voz de Husai a David; Sadoc y Abiatar, Jonatán y Ahimaas, “una criada” y otra quizás anónima a nosotros, pero no a nuestro Dios. La criada nada más pasó la voz y “la mujer de la casa” escondía a Jonatán y Ahimaas. Es bueno y animoso ver como los sacerdotes fieles tenían hijos que lo seguían en sus pisadas, como es a la vez tan triste ver como los hijos de Samuel, profeta y sacerdote fiel, se decía “tus hijos no andan en tus caminos.” 1 Samuel 8:5 Pero enfocando en lo positivo, escuchamos las palabras benditas del Señor Jesús acerca de María de Betania; “De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.” Mateo 26:13 Los discípulos participaron sin saber en los pensamientos avaros de Judas pero la aprobación del Señor Jesús indudablemente daba gran consolación y ánimo al corazón de María. Así estas seis personas, cada uno haciendo su pequeña parte, servían a David y su servicio fue grabado en las escrituras por la eternidad.
“Entonces David se levantó, y todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán antes que amaneciese; ni siquiera faltó uno que no pasase el Jordán.” Somos recordados de la fidelidad de nuestro Dios. “ni siquiera faltó uno” debe ser gran animo a nosotros como vemos también la fidelidad de Dios en un día futuro al remanente fiel que seguirá por fe a su mesías, el Señor Jesucristo. Salmo 91 nos cuenta de las promesas por ellos. “El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro… Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará…” Hoy día el versículo por los niños de la escuela dominical es este verso precioso a nosotros cristianos en el día de la gracia; “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28 ¡Ni siquiera faltó uno! Regocijémonos, mis amados hermanos y hermanas, en esta preciosa verdad, tan poco conocido en el mundo de la cristiandad.
Terminamos esta semana notando otros que ministraron a David en ese tiempo tan difícil. “Luego que David llegó a Mahanaim, Sobi hijo de Nahas, de Rabá de los hijos de Amón, Maquir hijo de Amiel, de Lodebar, y Barzilai galaadita de Rogelim, trajeron a David y al pueblo que estaba con él, camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, garbanzos tostados, miel, manteca, ovejas, y quesos de vaca, para que comiesen; porque decían: El pueblo está hambriento y cansado y sediento en el desierto.” He leído estos versículos muchas veces, sin prestar atención a quienes eran. Por falta de tiempo, déjame nada más notar este, Sobi hijo de Nahas, de Rabá de los hijos de Amón. ¡Uno de la raza maldita de los amonitas, cuyo padre había insultado a los siervos de David y los había maltratado, provocando una guerra! ¿Cómo es que tal persona, su corazón ganado por David, viniera con una ofrenda tan grande por los fieles a David? No sabemos, pero creo que la gloria nos va a sorprender con su historia y tantos más semejantes.
Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier