2 SAMUEL 16. Los que se relacionaron con David
Léase por favor 2 Samuel 16
“(y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.” Lucas 2:36
Este versículo, palabras dichas por Simeón “Simeón… hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él” me ocurrieron esta mañana meditando sobre el capitulo nuestro. Vimos la semana pasada el testimonio del filisteo Itai que había puesto su fe en el Dios de Israel e iba a seguir al escogido de Dios, David, hasta la muerte. Ahora, en nuestro capítulo de hoy vemos a varios otros. Son los siguientes: Siba, Mefi-boset, Simei, Abisai, Ahitofel, y Husai. Vamos a considerar a cada cual brevemente.
Empezamos con Siba, el siervo de Saúl (aunque en nuestro capítulo lo llama siervo de Mefi-boset.) La mayoría de lo que vemos en este capítulo parece ser el lado positivo por este hombre. Vino con provisiones para el rey David. Pero aun en este hay una pista que nos deja saber que, demasiado como Joab, se identificaba con David por ventaja propia y no por amor a David. Esto me mostró el hermano Douglas Jacobsen, conocido por algunos de ustedes. Mencionó el hermano Douglas que Siba trajo una sola botella de vino. En sí, eso no parece ser nada fuera de lo común, pero si se compara con Abigail, la mujer de Nabal quien, en los días del rechazo primero de David, enviaba con un montón de alimentos a David DOS botellas de vino. (1 Samuel 25:18) En la figura vemos que había en Abigail el deseo de compartir en común con David, mientras Siba buscaba no tener común con David en su rechazo, sino buscar alguna ventaja propia. Más obvio son sus palabras de calumnia contra Mefi-boset.
“Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.” Era cierto que Mefi-boset no vino; pero no vino porque su siervo engañoso le había abandonado. ¿Acaso creía que David nunca iba a aprender la verdad? Pero así el hombre en su orgullo, que delante del hombre pone “hojas de higuera” fingiéndose piadoso, pero delante de su familia puede ser un marido cruel y un padre indiferente a las necesidades de sus hijos. A David se podía engañar y fue engañado. “Entonces el rey dijo a Siba: He aquí, sea tuyo todo lo que tiene Mefi-boset. Y respondió Siba inclinándose: Rey señor mío, halle yo gracia delante de ti.” La apariencia de amor por David estaba con Siba; pero el amor no fingido vemos en Mefi-boset, aunque para saber tenemos que avanzar al capitulo 19:24 “También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos, desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz.” Tardaba en revelarse la verdad entre estos dos pero si se reveló. Podemos nosotros estar seguros que, si seguimos a Cristo en nuestros corazones, aunque otros no lo ven, a Dios no se engaña nadie y nos esta mirando y recordando. ¡O mis amados hermanos, seamos como Mefi-boset, esperando a nuestro Señor con el anhelo verdadero y no con nada más las apariencias como Siba!
Sigue después Simei, un hombre atrevido en su menosprecio de David tanto como Siba era fingido en su respeto por David. “he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David.” Acaso este hombre de la familia de Seúl había sido uno de los seguidores de Is-boset, hijo de Saul y por muchos años ya había guardado rencor en su corazón contra David. Llegó otro momento cuando le era posible expresar lo que realmente había en su corazón; un odio profundo por David. Vemos varias cosas interesantes aquí. El primero que noto es que arrojaba piedras contra David, pero también contra “todos los siervos de David.” Me hace pensar de las palabras del Señor Jesús a sus discípulos en Juan 15:18-19 “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.” Los siervos de David sufrieron por ser identificados con David. “Si sufrimos (con él), también reinaremos con él.” 2 Timoteo 2:12
Segundo, noto que las palabras de Siba eran mentiras. “¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.” ¿Fue David hombre sanguinario cuando tenía que ver con la familia de Saul? Dos veces David hubiera podido matar a Saúl. En verdad, el siguiente hombre de nuestra lista, Abisai, había sugerido años antes que Jehová había entregado a Saul en su mano cuando lo descubrieron durmiendo en la cueva. Pero David no había pagado a Saul por lo malo que le había hecho. Cuando Saúl murió a la mano de los filisteos, en vez de regocijar, David hizo lamentación sobre Saul, y honraba a los hombres que habían salvado el cuerpo muerto de Saúl. Así todo esto que dijo Simei eran mentiras, acusaciones falsas. Pero David sabia la verdad que quizás Simei fue ignorante; en verdad era culpable de la sangre de Urias, marido de Betsabé. Por eso respondió a Abisai que tenia ganas de vengar a David “Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza.” David no lo dejó, sino dijo “Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así?” Con humildad y un espíritu quebrantado el rey aceptaba las denuncias de Simei, reconociendo la mano de Jehová en disciplina.
En esto vemos un contraste en David, comparado con nuestro bendito Señor Jesús. “quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.” 1 Pedro 2:23 El contraste esta en esto que Cristo era el hombre sin pecado, sin contaminación, sin mancha, mientras había culpabilidad en David.
Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier