2 Samuel 8 Las victorias de David

Léase por favor 2 Samuel 8, Salmo 60

“Has dado a los que te temen bandera que alcen por causa de la verdad. Selah.”  Salmos 60:4

“Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón (bandera en inglés) a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.”  Isaías 11:10

Yo no quiero dar la idea que soy dotado en la profecía, pues no soy y tampoco tengo mucho conocimiento de la interpretación profética de los Salmos.  Pero a veces la escritura es tan clara que aun nosotros que no somos muy instruidos vemos los ejemplos en el antiguo testamento que son prototipos y predestinan el futuro que Dios tiene por su pueblo Israel.  Aunque principalmente vemos a Salomón, hijo de David como prototipo del Señor Jesucristo reinando sobre la tierra en el milenio, en nuestro capítulo para mi es evidente que hay en las victorias de David sobre los enemigos implacables de Israel un prototipo del Señor Jesús batallando por el remanente fiel durante la gran tribulación.  Vemos que las victorias en nuestro capítulo proceden de la obediencia y comunión de David que vimos en el capítulo anterior, donde David obedecía la palabra de Dios, trayendo el arca a Jerusalén.   Así en nuestro capítulo 8, vemos una y otra victoria sobre los enemigos que desde el principio han odiado a Israel. 

Es popular en el mundo hoy en día entre muchos líderes políticos en el mundo promulgar la justicia de la causa de los árabes “palestinos” y condenar a los judíos, la nación de Israel.  Es importante por nosotros que somos cristianos recordar y tener presente siempre los pensamientos de Dios y lo que nos enseña la Biblia por no ser influidos por lo que escuchamos en los periódicos, el radio, y el internet, entre otros modos modernos de la comunicación.  Nos influye, infelizmente.  Las palabras del Salmo 137:7 describen exactamente el dicho de las naciones árabes que rodean a la nación de Israel hoy en día.  “Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos.”  El profeta Abdías pronuncia el fin de Edom (el otro nombre de Esaú, hermano de Jacob); verso 1, 18 “Visión de Abdías; Jehová el Señor ha dicho así en cuanto a Edom….La casa de Jacob será fuego, y la casa de José será llama, y la casa de Esaú estopa, y los quemarán y los consumirán; ni aun resto quedará de la casa de Esaú, porque Jehová lo ha dicho.”  La última palabra de Jehová en cuanto Edom se ve en Malaquías 1:2-5 “¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob,  y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto…”

Voy a desviar por el momento del tema de nuestro capítulo por notar algo histórico que he leído, no en la historia común sino algo escrito por un hermano, ya con el Señor hace años que estaba como joven entre los hermanos a veces llamados “continentales” por ser de un grupo de hermanos que se separaron de la mesa del Señor en una división alrededor de 1880.  Ellos seguían en Alemania y otras naciones de Europa y durante la época cuando Hitler tomó el poder en Alemania en el año 1933, empezaba poco a poco lo que Hitler promulgaba, el anti-semitismo.  Esta historia es bien conocida y documentada en la historia.  Lo que no se conoce es como reaccionaron los hermanos que se congregaron semejantes a nosotros.  Diríamos, quizás, que no van a apoyar tal cosa como el anti-semitismo siendo hermanos en Cristo y conociendo la palabra de Dios acerca de los planes de Dios por su pueblo terrenal.  Pero infelizmente, algunos de ellos, igual que nosotros en el día de hoy, fueron influidos por la propaganda.  Se pronunciaba que aunque los hermanos no se acostumbraron de votar, deberían hacer una acepción en cuanto a “un líder tan obviamente enviado de Dios mismo, Hitler.”  No solo eso, pero algunos hermanos llegaron a las reuniones, vestidos con la banda del partido, la esvástica nazi.  Empezaban a decir que los hermanos cristianos judíos no deben de ministrar la palabra en la asamblea.

¿Podemos imaginar tal cosa?  ¿Qué unos hermanos pensarían tales cosas aprobando por su actitud la persecución de los judíos, algo que terminaba en lo que hoy en día se llama “el holocausto” donde seis millones de judíos fueron matados en sangre fría?  ¿Qué nos enseña la escritura?  “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.”  Gálatas 3:28 ¿No conocían estos hermanos este versículo?  Claro que sí, pero fueron influidos por la propaganda que escuchaba día tras día, condenando a los judíos y culpándolos por todos los problemas de Alemania.  Hay que recordar que el nacionalismo no es un principio cristiano.  Somos ciudadanos de otro mundo, eso es celestial.  ¿Llevamos nosotros la bandera de Cristo?  ¿O la bandera de algún partido político?

Espero que mis hermanos me perdonen por desviar un poco del tema pero vale la pena recordar quienes somos y a quien pertenecemos. Si vemos que somos todos pecadores perdidos, salvos por la plena gracia de Dios y no por otra cosa, veremos a la nación de Israel por los ojos de Dios.  No es que ellos están allá en Israel por fe en Jehová.  Son principalmente ateos; piensan que por la fuerza de sus armas podrán mantener la nación.  Pero nosotros sabemos que no es así.  Solo cuando reconocen a su David, su mesías el Señor Jesucristo el remanente de Israel va a ser salvo, no por fuerza de sus armas sino por la mano potente de Jehová mismo. Que Dios nos ayude que nuestros pensamientos sean guiados por la palabra de Dios.

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier