1Sam 6c David bendice su casa

Categoría de nivel principal o raíz: Antiguo Testamento
posted by: F Fournier

2 Samuel 6c David bendice su casa

Léase por favor 2 Samuel 6:20-23

 

“Volvió luego David para bendecir su casa…”  En el futuro, veremos, Dios mediante, que David como padre de familia era un fracaso grande por no disciplinar ni enseñar bien a sus hijos.  Pero en este momento, vemos que tenía buen deseo de ser una bendición a su casa.  Hay muchos hermanos que van buscando algún trabajo por el Señor con buenos deseos de honrarlo y se olvidan de su responsabilidad de “bendecir a su casa.”  Los niños preciosos que Dios nos ha dado, ¿no queremos nosotros que estén con nosotros por toda la eternidad?  ¿No queremos nosotros que ellos participen de su herencia como hijos de padres cristianos que conocen el camino de felicidad y bienestar en un mundo lleno de odio, rencores, y pecado?  ¿Y qué tal nuestra esposa?  ¿Sentimos la responsabilidad de compartir con ella nuestras meditaciones y gozos en el Señor?  Si las tenemos (y que pérdida si no) que bueno es compartir con la esposa la comunión que disfrutamos durante el día con el Señor.  Para mí eso es el significado de “volvió luego David para bendecir su casa.” 

 

Hice la pregunta a otro hermano la semana pasada en Denton, Tejas si había algún aspecto de algo profético en cuanto el rechazo que recibía David de su esposa Mical.  Dijo que no sabía ninguno, pero después me compartió algo por texto telefónico, no relacionado con la profecía, pero algo práctico en cuanto la adoración y la tendencia de algunos no participar por miedo de los demás.  En muchas iglesias, no hay oportunidad pues hay un pastor que hace su predicación; tal vez haya un coro que canta algunas canciones o una banda que toca algo de música.  Siendo que yo fui criado en la asamblea de los santos congregados al nombre del Señor sin pastor y sin el coro o la música, no tengo mucho conocimiento de lo que hacen.  Pero lo poco que se es por testimonio de otros, como mi suegro que dejaba la asamblea de hermanos congregados solo al nombre del Señor y fue a una iglesia cerca de mi casa por algún tiempo.  Me di cuenta después que mi suegro, un hermano seguramente con defectos de rebeldía y terquedad (está con el Señor desde hace más de cinco años así no temo de ofenderlo pues está ahora donde no hay como ni porque ofenderse). En la iglesia donde asistía, le hacía falta la oportunidad de poder ejercitar su sacerdocio y participar en la adoración.   Dejaba de asistir esta iglesia y fue lejos de su casa en nuestro pueblo para estar en otro grupo de hermanos donde había libertad de alabar al Señor en voz alto.  (Nosotros conocemos a este grupo de hermanos los el Templo Bíblico o los hermanos libres.)  Uno de ellos testificaba en su sepelio que le contentaba escuchar a mi suegro casi todas las semanas levantarse para adorar al Señor en voz alta de oración.

 

¿A dónde voy que este desvío?   Bueno, ahora llego a mi punto principal acerca de David y el oprobio manifestado de Mical. Nosotros no bailamos como David hacia delante del Señor; entendemos (o así yo espero) que el día de cristianismo no es lo mismo que el de la adoración en el judaísmo.  El judaísmo era una religión terrenal sin relación con el cielo.  La adoración que ellos hacían era por el ojo y el oído.  Nosotros, al contrario, adoramos “en espíritu y en verdad” según Juan 4:23-24 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”  Pero hay algunos hermanos que nunca abren su boca para adorar al Señor.  Acaso es porque son tímidos y no acostumbrados de hablar públicamente.  Acaso es porque piensan que no tienen don. (Hay que recordar que no hay tal cosa como don de adoración.)  Acaso es nada más es por costumbre; dicen entre sí “alguien más lo va a hacer, seguro.”  Acaso es porque temen que hay alguien como Mical que los van a criticar.  Eso sí es triste de ambos lados.  Un lado que es triste que hay los que tienen fama de ser críticos; otro lado es que no tienen la valentía de exponerse a los críticos.  David dijo a Mical después de sufrir sus palabras duras “fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos…”  O mis hermanos varones, no es que quiero avergonzar a nadie, pero quiero animarlos que levanten sus voces y ánimos para levantarse y leer unos versículos o dar una oración de corazón, quizás en pocas palabras, para rendir al Señor su deber; no es tanto levantarse para decir las palabras de 2 Corintios 9:15 “¡Gracias a Dios por su don inefable!”  A las hermanas sabemos que no tienen este privilegio pues su sacerdocio es ejercitado en su corazón y también en las canciones.  Son prohibidos por la palabra de hablar o enseñar en la iglesia.  Pero que tristeza que tantos hermanos varones se comportan como si fueran mujeres.  ¡Que seamos más como el ejemplo de David que fue listo de hacerse “vil y bajo” en los ojos de los críticos!

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier