1 Samuel 16 David, el rey según el corazón de Dios
Léase por favor 1 Samuel 16
En este capítulo el Espíritu de Dios nos va a introducir al hombre quien Jehová ha escogido, el hombre de quien la mama fiel de Samuel profetizaba en su canción. “Jehová juzgará los confines de la tierra, dará poder a su Rey, y exaltará el poderío de su Ungido.” 1 Samuel 2:10 Desde luego, estos versículos hablan más bien del rey venidero, hijo de David, el Señor Jesús, del cual David era nada más un débil prototipo. Pero mientras, vamos a ver algo más de Samuel.
“Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de sus hijos me he provisto de rey.” Veo en estos versículos la debilidad humana de Samuel, pero que creo que entendemos muy bien. A pesar de su profecía que la elección de rey no era lo que Jehová quería y que iba a salir mal, Samuel había formado una relación de amistad con Saúl, tratando de instruirlo y guiarlo en el camino de bendición. Le dolía mucho que no andaba bien, pero había llegado el tiempo de dejar de llorar y salir adelante y eso es la voz de Jehová a Samuel. (Acaso nosotros como padres hemos sentido algo semejante cuando nuestros hijos no siguen el camino de Dios.) Igual con Moisés, no quiere ir y a la vez, nos enseña que había detectado en Saúl algo muy mal, que sale con toda su fuerza muy pronto. “Y dijo Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría.” Saúl no se había manifestado así antes, pero Samuel detectaba en él el espíritu de homicida. Pero esto no podemos decir que su pregunta “como iré” sea la fe, como no era tampoco con Moisés, pero Jehová con paciencia lo instruye como lo debe hacer.
Notamos que Saúl había provocado también en el pueblo un espíritu de temor. “Luego que él llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida?” Me hace pensar de los líderes como Trujillo, dictador de la Republica Dominicana por muchos años, quien controlaba a su pueblo por ponerlos en temor. Pero Samuel al llegar a la familia de Isaí sigue sin comunión con Dios pues ve al exterior como había hecho con Saúl. “Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido.” ¡Que tan dados somos nosotros de ver al hombre según su exterior! Hasta incluir el papa de David Isaí quien ni lo invitaba a estar aquel día con Samuel. Estas palabras que conocemos tan bien, poco nos afecta, parece. “Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
David también tenía una hermosura; “Era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer.” No era alto, ni guapo como su hermano Eliab, pero tenía algo del interior que brillaba para todos hasta el mismo Saúl. “Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su paje de armas.” No dudo que lo que pasó aquí era la obra del Espíritu Santo en este joven de fe en Jehová, el Dios de Israel. La voz de Jehová a Samuel era eso “Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David.” Vemos que no había la permanecía del Espíritu Santo en los santos del antiguo testamento como hay en el cristiano de hoy en día. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” Moraba “con” David. Mora EN nosotros como creyentes en el Señor Jesucristo. “y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.” Efesios 1:13-14
Terminamos este estudio volviendo al rey actual, Saúl. “El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.” Estoy seguro que no fue un demonio de que se habla aquí, pues no pienso que Dios así haría, sino un espíritu de depresión grave y profunda. Mal humorado estaba y deprimido y es cierto que, en estos casos, la música puede ser de ayuda. “busquen a alguno que sepa tocar el arpa, para que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él toque con su mano, y tengas alivio.” Este hombre era un joven que por la providencia de Jehová llegó a ser el mismo David. No dudamos que el amor que Saúl tenía por David era por el beneficio que recibía de su servicio, dándonos a entender que el mundo nos puede amar en cierto sentido por el servicio que le damos. Pero en el fondo, no olvidemos las palabras del Señor Jesús a sus discípulos “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.” Juan 15:18-19 Tarde o temprano, se nos manifiesta como se manifestaba a David con Saúl más tarde.
F Fournier