1Sam 14 Jonatán, ejercita su fe

Categoría de nivel principal o raíz: Antiguo Testamento
posted by: F Fournier

1 Samuel 14: Jonatán ejercita su fe

Léase por favor 1 Samuel 14

 

 “Aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre.”  (1Samuel 14:1).

 

En el capítulo anterior vimos como Jonatán con sus mil hombres de guerra había peleado con éxito con los filisteos y su padre había aprovechado para su propia gloria.  Yo no creo que lo que Jonatán hizo aquí era porque no le gustaba que su padre se había elogiado por los éxitos de su hijo, sino que se dio cuenta que su padre no obraba por fe.   Así Saúl era un impedimento y Jonatán quiso ver la mano de Jehová obrando para librar el pueblo de Israel que estaba en muy mala condición, escondiendo en cuevas.  Así avanzaba Jonatán en fe, no con mil hombres sino con solo uno (su criado).

 

Que había dificultades no dudamos y es expresado así, pues “entre los desfiladeros por donde Jonatán procuraba pasar a la guarnición de los filisteos, había un peñasco agudo de un lado, y otro del otro lado.”  ¿No ha sido así a veces en nuestras vidas?  Queremos quizás hacer algo por el Señor y parece que hay peñascos agudos en cada lado.  Pero Jonatán por una fe admirable avanza.  “Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.”  Dijo “quizá” me parece, no por falta de fe en Jehová, sino por entender claramente que el pueblo no merecía la ayuda de Jehová y estaba contento de esperar en su voluntad.  Se prueba su fe por sus palabras siguientes “no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.” (1Samuel 14:6)   Más tarde la misma fe potente va a conmover al futuro amigo de Jonatán, David, salir contra el filisteo gigante Goliat mientras Saúl y todo el pueblo guerrero temblaban de miedo. 

 

¡Qué bueno era que Jonatán tenía un compañero del mismo ánimo!  “Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad.” (1Samuel 14:7)

 

  Vemos entonces en figura la forma que Jonatán iba a usar para conquistar los obstáculos; “Y los hombres de la guarnición respondieron a Jonatán y a su paje de armas, y dijeron: Subid a nosotros, y os haremos saber una cosa. Entonces Jonatán dijo a su paje de armas: Sube tras mí, porque Jehová los ha entregado en manos de Israel.  Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas.” (1Samuel 14:12-13)

 

En la soberbia de su carne, los filisteos ven que son nada más dos hombres, y dos hombres que van a tener que subir antes de enfrentarlos, así que responden con palabras de burla.  Cualquiera diría que subir así casi arrodillado sobre sus manos y pies (1Sam 14:13)garantizaba que no iba a poder llevar en sus manos cualquier arma; iba a ser sin defensas y seguro que iba a ser muerto.  Pero así no fue. Para míesto habla de hacer batalla sobre nuestras rodillas enoración, dependiendo de nuestro Dios cuando vemos enemigos imposibles y rocas aguadas a cada lado.  Y así era; Jonatán junto con su paje de armas derrotaba a los filisteos, dos contra veinte.  Y no solo eso, sino el pánico que inducia entre los filisteos continuaba la victoria. 

Cuando Saúl se dio cuenta que alguien se había ido y aquel alguien era su propio hijo, decidió que ya era tiempo de consultar a Jehová.  Era un hombre religioso, podemos decir, y cuando veía apropiado el tiempo, consultaba a Jehová por medio del sacerdocio.  Pero escuchando el alboroto de los filisteos llenos de pánico y matándose los unos a los otros, cambio de parecer y dijo al sacerdote “Detén tu mano. Y juntando Saúl a todo el pueblo que con él estaba, llegaron hasta el lugar de la batalla; y he aquí que la espada de cada uno estaba vuelta contra su compañero, y había gran confusión.” (1Samuel 14:19-20)

 

Ya la victoria aparentemente ganada, ¿para qué entonces consultar a Jehová?  El hombre de fe quiere tener comunión con el Señor, sea en tiempos difíciles o en tiempos de victoria pero que común es que nosotros también nos comportamos como Saúl, buscando a Dios solo en los tiempos difíciles.

 

Quiero notar algo más aquí acerca del voto que hizo Saúl y la miel que gustaba Jonatán.  “Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito.” (1Samuel 14:24)

 

¿Maldito?  ¿No era eso lo que hacia la ley?  Pero así es la carne.  Prefiere las ordenanzas y la maldición antes de caminar por fe.  Y Jonatán por ignorar el voto que hizo su padre “alargó la punta de una vara que traía en su mano, y la mojó en un panal de miel, y llevó su mano a la boca; y fueron aclarados sus ojos.” (1Samuel 14:17)

 

Creo que mencionaba esto antes cuando estudiábamos a Sansón en el libro de Jueces, pero vale la pena decirlo de nuevo. La miel nos habla de la dulzura de la naturaleza; puede ser deportes, o pasatiempos de ejercicio o juegos familiares y otras cosas.  En la pequeña cantidad, nos pueden ser de ayuda como vemos aquí con Jonatán que tomaba un poco de miel y sus ojos fueron aclarados.  ¿Qué tal Sansón?  “he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel. Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino.”  Jueces 14:8-9 ¿Qué pasó con los ojos de Sansón?  No fueron aclarados sino cegados totalmente.  Así los Proverbios una y otra vez nos aconsejan no comer mucha miel.  Y no dudo que mis lectores me entienden.  Hemos visto a los que, por ser muy fanáticos del deporte, dejan la lectura de la Biblia, la oración, y la asistencia a las reuniones por su grande apetito por la miel de deportes.  Claro que la miel puede ser muchas otras cosas que puedo dejar a la conciencia de cada cual. 

 

Para terminar, vemos que el principio legal que puso Saúl casi resultaba en la muerte de su propio hijo, el que había trabajado por fe para ganar una victoria grande.  Jonatán sabía demasiado bien que su padre no confiaba en Jehová.  “Respondió Jonatán: Mi padre ha turbado el país.” (1Samuel 14:29) Saúl estaba listo a llevar a cabo las consecuencias de su voto; “Y Saúl respondió: Así me haga Dios y aun me añada, que sin duda morirás, Jonatán.” (1Samuel 14:44)

 

Pero el mismo pueblo, tan caprichoso y con poca fe, por lo menos ven que tan absurdo eran las palabras de su rey.  “Entonces el pueblo dijo a Saúl: ¿Ha de morir Jonatán, el que ha hecho esta grande salvación en Israel? No será así. Vive Jehová, que no ha de caer un cabello de su cabeza en tierra, pues que ha actuado hoy con Dios.” (1Samuel 14:45).

 

La falta de fe en Saúl provocaba también en el la falta de sabiduría, algo que iba a ser para él un gran obstáculo por el resto de su vida.

F Fournier