2Sam 5b Jerusalén, los cojos y los ciegos

Categoría de nivel principal o raíz: Antiguo Testamento
posted by: F Fournier

2 Samuel 5, Jerusalén, los cojos y los ciegos

Léase por favor 2 Samuel 5:6-10

Disculpe la demora, pues estoy aquí en la conferencia en Burbank, California, gozando de la comunión de mis hermanos y la enseñanza de la escritura.

Leemos en Jueces 1:8 “Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y pusieron fuego a la ciudad.” 

Pero en su desobediencia y rebelión, la nación de Israel había perdido esta ciudad, tomado desde hace tantos años por la tribu de Judá.  Este capítulo sigue con la reconquista de Jerusalén, una ciudad muy importante en los consejos de Dios.  “Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido.”  Salmo 132: 13-14 “Sion” es otro nombre por Jerusalén, siendo el nombre de la montaña al sur de la ciudad.   “Su cimiento está en el monte santo. Ama Jehová las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. Cosas gloriosas se han dicho de ti, Ciudad de Dios. Selah” Salmo 87:1-3 Vemos como el Espíritu de Dios, hablando por medio del apóstol Pablo en el libro a los Gálatas, hace un contraste con el monte Sinaí. “Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.  Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.”  Gálatas 4:24-26 Así vemos la anticipación de la gracia (el monte Sión) conectado con el reino del escogido de Dios y el monte Sinaí que habla de la opresión y esclavitud de la ley que nunca podía y nunca va a poder justificar al hombre.

Pero en nuestro capítulo, esta ciudad bendita está en las manos de los Jebuseos paganos.  Ellos se burlaban de David diciendo prácticamente que no les era necesario defender la cuidad con soldados buenos y bien capacitado sino los ciegos y cojos eran suficiente para defender la ciudad.  David sintió éste insulto y reaccionó de una forma humana, muy diferente de su anti-tipo, el Señor Jesucristo, hijo de David. “Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David. Y dijo David aquel día: Todo el que hiera a los jebuseos, suba por el canal y hiera a los cojos y ciegos aborrecidos del alma de David. Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en la casa.”

¿Pero que nos dice los evangelios una y otra vez de nuestro amado salvador, el Señor Jesús?  “Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan…” Mateo 11:5 Mas allá, en el mismo libro leemos “Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó.”  Mateo 21:14 Otra vez, en la parábola de la invitación a la cena, cuando los invitados rehusaron venir, “Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.”  Lucas 14:21 Así es necesario diferenciar entre David prototipo de Jesucristo, y David, el hombre pecador con sus muchas fallas. 

Otra cosa que no se lee con sus detalles aquí en 2 Samuel 5 pero se ven bien en 1 Crónicas 11:6 “Y David había dicho: El que primero derrote a los jebuseos será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fue hecho jefe.”  ¿Joab?  ¿No es este el mismo hombre que mató a Abner por venganza y por envidia?  ¿No es este el mismo hombre de quien David había dicho “estos hombres, los hijos de Sarvia, son muy duros para mí; ¿Jehová dé el pago al que mal hace, conforme a su maldad”?  2 Samuel 3:39 Si, lo es.  Quizás fuera algo prudente para uno que camina según principios humanos; si somos negociantes rectamente ascendemos a los que se ejercitan mucho para hacer su trabajo bien.  Pero los pensamientos y las ideas del hombre no son los de Dios.  Pienso que David después lamentaba haber ascendido a Joab a esta posición, pues usaba su autoridad para el mal más que una vez.  Joab era un hombre prudente y hábil como general del ejército de David; pero como hombre justo y celoso de la gloria y honra de Jehová, eso no le interesaba nada.   Así vemos en David las flaquezas humanas y aunque podemos aprender también de sus errores, nos regocijamos que conocemos a otro, el Señor Jesucristo el anti-tipo de David que nunca fallaba en sus tratos con los hombres, entendiendo siempre la fe y ánimo de cada cual.  Que Dios nos ayude, hermanos, que busquemos diariamente la guía del Señor en vez de actuar siempre según la prudencia humana.  Dios mediante, la semana que viene veremos como David buscaba la guía de Jehová y tuvo mucho éxito contra los viejos enemigos, los filisteos. 

F. Fournier