2Sam 11 La triste caida del hombre

Categoría de nivel principal o raíz: Antiguo Testamento
posted by: F Fournier

2 Samuel 11 La triste caída del hombre

Léase por favor 2 Samuel 11

 

“David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.” 1 Samuel 17:34-36

 

“Por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.” 1 Samuel 25:28

 

“Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén….Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.”

 

Acaso nos parece imposible que todos estos versículos están hablando del mismo hombre, si no fuera que conociéramos nuestros propios corazones infieles.  ¿Cómo puede ser que el hombre que desde su juventud confiaba en Jehová en secreto, tal que rescataba a sus ovejas de ambos oso y león, que delante de todo Israel desafiaba a Goliat, quedaría en casa para descansar, pasearse, y caer en pecado?  ¿Es este el mismo hombre de quien la mujer de mucha fe, Abigail había dicho “mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días”?  Si, lo es.  Nos debe tocar profundamente este capítulo, viendo que tan fácil fue que el hombre valiente, por simplemente quedarse en casa en vez de seguir en la senda de fe, cayería en la tentación de una mujer hermosa.  ¡Y no solo la primera vista, sino lo que seguía; adulterio, mentiras, engaño y homicida!  Nos debe hacer temblar delante de nuestro Señor, viendo en David un reflejo de las posibilidades de la naturaleza del viejo hombre, algo que estará con nosotros hasta el día que venga el Señor o que muramos.  Esta naturaleza es igual en el hombre renacido (como era David) y el hombre carnal (como era Saul.)  Saul mató a los sacerdotes de Jehová; David mató a uno de sus propios soldados, un hombre que se nombró entre sus hombres valientes. 

 

¿Dónde estaba la raíz de este pecado?  No es tan difícil de distinguir.  David, quien tenía la fama según Abigail de pelear las batallas de Jehová, había dejado la batalla en manos de otros.  En las palabras del nuevo testamento había dejado de ser discípulo.  “Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.” Mateo 24:43 Hay un ladrón que está vigilándonos, buscando como tropezarnos de la senda de obediencia.  “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”  Apocalipsis 12:12 Aunque este versículo se refiere a un tiempo futuro después de la venida del Señor por nosotros, me parece que el ataque del diablo en nuestro día, tan fuerte contra los que profesan al nombre de Cristo, es porque hay poco tiempo restante antes de que seamos más allá de su alcance. 

 

No olvidemos que el diablo es un ladrón; se presenta en otra forma infelizmente pues si entendiéramos el carácter de su robo, prestaríamos más atención como nos cuenta Mateo 24:42 Pero no, lo que se presentaba a David no se veía como algo feroz o gigantesco, como el león, el oso, o el gigante Goliat.  Era una mujer hermosa, desnuda, jovencita.  David no tenia ojos para ver el futuro; la deshonra al Señor, la muerte de cuatro hijos, el desorden de su casa, la rebelión de Absalón, y el desprecio del mismo Joab en quien había confiado la batalla contra sus enemigos.    ¡Qué tan larga era la cadena de circunstancias que siguieron a unos cuantos minutos de placer sexual!

 

Pero no queremos quedarnos siempre allí en este ejemplo de la debilidad del hombre sino enfocarnos más en la gracia de Dios que sobreabunda.  David, que vergonzosamente cayó horriblemente en nuestro capítulo no se quedaba en esta condición.  He estado meditando por la noche sobre las últimas palabras de David que nos son dadas en 2 Samuel 23.  “Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz de la mañana, como el resplandor del sol en una mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra. No es así mi casa para con Dios.”  David por fe esperaba y profetizaba como la gracia iba a abundar en su hijo, el mismo Señor Jesucristo pues hermanos, ¡viene la mañana sin nubes!  Mientras Abraham nos enseña el hombre que caminaba por fe, vemos en David la maravillosa gracia de Dios que puede rescatar a una vida que parece ser arruinado por la caída en el pecado.  No hagamos excusas por nuestra desobediencia; tampoco desesperemos si Satanás haya ganado una victoria, tropezándonos y haciéndonos caer.  Puede haber consecuencias graves como había en la vida de David.  Pero nuestro Señor no abandonaba a David ni tampoco abandonará a nosotros. 

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier