1Sam 11 Saúl, empieza bien

Categoría de nivel principal o raíz: Antiguo Testamento
posted by: F Fournier

1 Samuel 11 Saúl, empieza bien

Léase por favor 1 Samuel 11

 

Hay varias lecciones para nosotros, cristianos en el día de la gracia, que vemos en este capítulo.  Dentro de ellos, hay mucho que admirar en la conducta de Saúl, el rey escogido por el pueblo.  Podemos ver su buen principio, y aunque en algo sin duda fuera motivado por la carne, vemos claramente que “Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se encendió en ira en gran manera.”  Su ira se manifiesta más tarde en algo mucho menos admirable, pero aquí era una ira motivado por el Espíritu de Dios y no de la carne. Además, Saúl cuando ganó la victoria en la batalla contra los amonitas, daba gloria a Dios.  Pero nos estamos adelantando un poco; volvamos al principio de este capítulo.

 

“Después subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos.”  Los amonitas eran hijos de Lot por medio de su hija junto con Moab.  Eran los enemigos de Israel, pero no de la misma clase que los filisteos que vivían entre ellos.  Pero no era posible hacer alianza con ellos con el pueblo de Dios; así que la idea de los de Jabes de hacer alianza no era la mente de Dios por ellos.  Acaso pensamos que podemos hacer paz con este mundo y así no nos van a molestar, esto no es posible.  “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”  Santiago 4:4

 

Las condiciones que pusieron los amonitas eran bien crueles.  “Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel.”  El mundo quiere segarnos a nosotros también, y no de un solo ojo sino de ambos.  Parece que en muchos casos ha tenido éxito, pues vemos a muchos abandonando el seguir al Señor por seguir lo que el mundo ofrece.  Algunos hasta dicen que están felices así.  Pero es un engaño y una mentira, y tarde o temprano, la ceguedad del mundo retira de los ojos de un cristiano la verdad para entender que se ha dejado cegar.  ¡Que el Señor nos ayude a nosotros a ver el carácter del mundo que quita todo y realmente no da nada a cambio!

 

Aunque habían escogido su rey según el capítulo 8 para salir en sus guerras, al principio parece que no se les ocurría acudir a aquel rey Saúl.  “…habrá rey sobre nosotros;  y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras.”  Pero con algo de esperanza, los habitantes de Jabes piden ayuda contra los amonitas crueles.  “Llegando los mensajeros a Gabaa de Saúl, dijeron estas palabras en oídos del pueblo; y todo el pueblo alzó su voz y lloró. Y he aquí Saúl que venía del campo, tras los bueyes;”  El lloro del pueblo aquí era por la tristeza de su situación tan peligrosa y no creo que era de un arrepentimiento como anteriormente con Samuel.  Pero de todos modos, sus lágrimas no eran malas y se usaban para despertar a Saúl.  Vemos a Saúl, rey escogido del pueblo, siguiendo los bueyes.  Eso veo también positivo pues continuaba en su trabajo humilde y en esta condición Dios lo podía usar.  Más tarde Samuel hace recordar de este evento “Y dijo Samuel: Siendo tú pequeño en tus ojos ¿no has sido hecho cabeza á las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel?”  1 Samuel 15:17  Pero es un día en el futuro en nuestro capítulo.  Es una lección por nosotros, pues el orgullo y soberbia siempre son un estorbo a los hijos de Dios.

 

“Y tomando un par de bueyes, los cortó en trozos… Así se hará con los bueyes del que no saliere en pos de Saúl y en pos de Samuel. Y cayó temor de Jehová sobre el pueblo, y salieron como un solo hombre.”  Aunque las acciones de Saúl parecen ser un poco exageradas, lo que hizo impresionaba el pueblo tal que el temor de Jehová cayó sobre ellos.  Es bueno también que no se fuera contra los enemigos solo, pero incluía al profeta de Dios, Samuel, consigo.  El atrevimiento de Saúl en su liderazgo aquí es de admirar; de todo se comportaba como un general decidido.  Indudablemente Samuel le explicaba lo que Jehová quería y esta vez obedecía en todo.  No había duda que era la mano de Jehová obrando por ellos pues ganaban una victoria tan completa que “hirieron a los amonitas hasta que el día calentó; y los que quedaron fueron dispersos, de tal manera que no quedaron dos de ellos juntos.”

 

Vemos por fin que Saúl se comportaba bien en cuanto a los que antes lo habían rechazado y no quiso vengarse de ellos.  “El pueblo entonces dijo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: ¿Ha de reinar Saúl sobre nosotros? Dadnos esos hombres, y los mataremos. Y Saúl dijo: No morirá hoy ninguno, porque hoy Jehová ha dado salvación en Israel.”  Samuel los guiaba después al lugar Gilgal, tipo del juicio a la carne, y así termina el capítulo con todo positivo.  No podemos criticar el comportamiento de Saúl en este capítulo pero más tarde nos servirá de contraste con las cosas que después hacía. 

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier