1Sam 9b Gracia abundante

Categoría de nivel principal o raíz: Antiguo Testamento
posted by: F Fournier

2Samuel 9 Gracia abundante, parte 2

Léase por favor 2 Samuel 9

 

Notamos la semana pasada como David pronunció “Mefi-boset” y pensamos que esta palabra fue dicha con un tono de amor y compasión.  Vemos ahora que Mefi-boset contestó “He aquí tu siervo.”  Hago la pregunta ¿necesitaba David siervos?  ¿Y siervos cojos?  Vuelvo a preguntar, ¿necesita Dios a siervos?  ¿No tiene miles de ángeles que hacen su voluntad en este mundo?  De todos modos, hay miles, no, digo millones de personas en este mundo que están convencidos por su religión que Dios requiere que HAGAN ALGO por tener su salvación.  ¿Qué es lo que Dios el padre busca?  Encontramos la respuesta en Juan 4: 23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”  Dios no busca siervos sino adoradores para honrar y glorificar a su hijo.  David tampoco buscaba otro siervo, sino un compañero para recordarle de su amigo Jonatan.

 

Vemos como David habló las palabras que cayeron tan bellos en los oídos de Mefi-boset “No tengas temor.”  Usted, querido lector, ¿ha escuchado tales palabras de Dios mismo?  ¿O todavía camina por el mundo en temor de la ira de Dios?  No es necesario, porque igual como David iba a proveer todo a favor de Mefi-boset, así Dios ha proveído todo por usted.

 

Que meditemos bien en las dos cosas, que fueron revelados a Mefi-boset en este versículo, la misericordia y la gracia; “No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.”  No nos sorprende el afecto en Mefi-boset “¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?”  La misericordia de David le libró de su terror de juicio, pero la gracia le dio un lugar en la mesa del rey, como uno de los hijos del rey. ¿Está usted gozando hoy día de esta gracia?  Esta mesa aquí, se puede considerar como la comunión que cada creyente puede tener con el Señor Jesucristo.  Pero también se puede considerar que es nuestro privilegio comer en la misma mesa del Señor.   Era su deseo del Señor Jesús, la noche en que fue entregado “Haced esto en memoria de mí.”  ¿Usted se incluye entre los que aprovechan de este privilegio?

 

Vemos que las riquezas de Saúl fueron restauradas a Mefi-boset, y nosotros creyentes tenemos algo mayor.  “Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo.”  Efesios 1:3 Es importante reconocer que nuestras bendiciones son celestiales.  Algunos piensan que, aceptando a Cristo como su Salvador, van a progresar económicamente.  Pero no hay cualquier promesa semejante en el nuevo testamento.  También se oye decir de uno que ha prosperado económicamente “Dios ha bendecido tal persona”, pero eso tampoco tiene fundamento en la escritura.

 

Una cosa más quiero que mediten en este capítulo, lleno de instrucción para nuestra alimentación espiritual; “Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Michâ.”  ¿Dónde piensan ustedes que se encontraba este pequeño hijo?  Yo pienso que comía junto al lado de su papa, justo en la misma mesa del rey David.  Si usted es padre o madre con hijos, ¿es su deseo que sus hijos se encuentran también gozando de la gracia de Dios?  Podemos imaginar como Mefi-boset contaba en los oídos de su pequeño hijo la historia de su vivienda de antes, lejos de David en temor y temblor, y como David le había traído a su casa para hacerle heredero e hijo.  Así debe de ser con nosotros.  Debe de ser nuestro gozo contar a nuestros hijos los loores de Aquel que nos libró de las tinieblas, y nos trajo a su luz maravillosa.

Su hermano solo por gracia, Felipe Fournier